El Baby Led-Weaning es un método de alimentación complementaria, alternativo a las “papillas”. Permite al lactante descubrir sabores, texturas, colores y olores por su cuenta, sin cucharas y sin purés.
Inició en Reino Unido gracias a una enfermera Gill Rapley, tras observar los problemas que surgían cuando se forzaba a los niños a comer papillas. Su teoría es “si el bebé es capaz de alimentarse a demanda durante la lactancia siguiendo sus instintos de hambre y saciedad, ¿por qué no puede hacerlo durante la alimentación complementaria?”
Antes de ponerlo en práctica, recordar…
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que se debe iniciar desde los 6 meses de vida y en el caso de un recién nacido de pretérmino se deben considerar 6 meses de edad corregida.
Escogerlo dependerá de la relación entre el lactante y su cuidador(a), pero debe ser un momento en el que se pueda establecer un ambiente cómodo para ambos.
Se debe permitir que el niño/a explore y juegue con la comida a su ritmo.
Sí, ya que la Academia Americana de Pediatría realizó un ensayo clínico en el cual comparó bebés alimentados con el método convencional (papillas), versus bebés alimentados con el método BLW que, además, recibieron asesoría de profesionales de la salud y concluyeron que el BLW es una práctica tan segura como la convencional, ya que no hay diferencias significativas respecto al riesgo de atragantamiento.
Esta asesoría debe ser sobre: alimentos permitidos y tipos de corte adecuados, pero, además, se recomienda tener conocimientos sobre reanimación cardiopulmonar (RCP).
El mayor riesgo o preocupación de los padres al implementar este método es la asfixia o atragantamiento. En el BLW se deben ofrecer alimentos en tamaño y forma adecuada para que el propio bebé sea quien tome dicho alimento con su mano y lo lleve a su boca según su apetito y preferencias.
Importante: no confundir arcadas con atragantamiento. La arcada es un reflejo de gran ayuda cuando el niño(a) desea expulsar el alimento que tiene en su boca.
Bajo este método, el bebé tiene un papel activo en su alimentación y su cuidador(a) pasa a ser un observador. Recordar que siempre debe estar acompañado por un adulto que esté tranquilo y dispuesto a cooperar con esta nueva experiencia.
Regla de oro para la alimentación infantil: nunca se debe forzar a que un bebé coma más de lo que él quiere.